Recientemente leía un artículo publicado en un periódico en el que se recogían las impresiones de un Administrador de Fincas sobre la repercusión para las Comunidades de Propietarios de la crisis económica, afirmando sin dudar que la morosidad está “ahogando” a las comunidades de vecinos. Es prácticamente imposible encontrar una Comunidad que no sufra la morosidad de algún vecino.
Al margen de las dificultades que ello provoca para el funcionamiento de la Comunidad, aumentan las tensiones y enfrentamientos entre los vecinos, pues en ocasiones son los vecinos que sí pagan sus cuotas quienes deben realizar “derramas extraordinarias” para cubrir la morosidad de los que no pagan.
Un caso extremo derivó en una sentencia de condena de la Audiencia Provincial de Castellón, al producirse una pelea entre vecinos a causa de la deuda de uno de ellos con la Comunidad.
Pero sin llegar a estos límites, lo cierto es que son muchas las familias con serias dificultades económicas, lo que repercute directamente, y casi como primera medida, en dejar de pagar las cuotas comunitarias.
La consecuencia principal de esta menor liquidez en las comunidades es la reducción de las obras de mantenimiento y rehabilitación. Se estima que estas obras se han reducido en un 90%, limitándose ahora a la realización de los trabajos imprescindibles.
Ante esta tesitura, estamos comprobando un alto grado de solidaridad entre vecinos, pues la crisis afecta a todos, en mayor o menor medida. Se ofrecen alternativas en la forma de pago, se permiten mayores retrasos y flexibilidad, siempre y cuando se observe voluntad de pagar. En este sentido, hay solidaridad cuando el comportamiento del vecino “moroso”es coherente con su situación económica. En otras palabras, si un vecino no tiene para pagar la Comunidad, tampoco debe tener para “caprichos”, pues se impone entonces la postura mayoritaria, que sigue siendo acudir al cauce legal para obtener el cobro de cuotas comunitarias.
En todo caso, el Administrador de Fincas y el Abogado siguen siendo los profesionales que mejor solución pueden ofrecer a estas situaciones, bien mediante gestión extrajudicial de cobro, bien mediante la oportuna reclamación judicial.
© 2012 Fabio Balbuena
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